Raices Caribeñas

JULIO GOMEZ FELIZ (Comunicador, CDP, Barahona, R. D.) ME SATISFACEN IDEAS DE DANILO MEDINA Me satisface plenamente las ideas y propuestas de LIC. DANILO MEDINA SANCHEZ, quien nos ha comunicado que por primera vez el gobierno que encabezará a partir del 16 de agosto venidero, será del tamaño del país. Que una parte de los funcionarios que seleccione y que junto con él dirigirán la nación, no todos serán removidos, pero que todos, absolutamente todos, fueren o no profesionales, accesarán y tendrán derecho de accesar al Estado, desde simples desde posiciones y funciones: desde simples barrenderos, alcaldes pedáneos, hasta un ministerio cualquiera. Porque todos son parte del Estado Dominicano. Creo que de lo que se trata es de que, cada dominicano, aunque no ocupe directamente un empleo en el tren estatal, sí será beneficiado con la abundante savia que genera nuestro país; porque de lo que se trata es sólo de estimular sus diversas fuentes generadoras de desarrollo y bienestar. Porque en verdad hay muchos dominicanos que no son profesionales, pero sí pueden, p. ej. ser beneficiados con un préstamo a través de uno de los bancos estatales para que instalen un negocito rentable que le genere la comida de su familia. Y en tales casos, lo que debe hacer el próximo Gobierno es darle seguimiento con asesoría a esa población de dominicanos para que se les haga posible ese tipo de ayuda reembolsable del Estado. ¿Verdad que sí? Por ello creo que más que quitarles la tarjetica a los dominicanos que ya la tienen, habrá que ampliarlas e incluso aumentar su cuantía. El Estado deberá también contemplar la posibilidad de facilitarle a ese grupo de dominicanos pobres y muy pobres, algún tipo de respaldo con financiamientos a través de las muchas pequeñas, medianas y mega-cooperativas que existen en el país, a muchas familia dominicanas, para que con dichos financiamientos se dediquen al fomento de la crianza ganadera, de cerdos, caprina, bobina, lanar, etc. Y que su producción pueda al final de cada cosecha ser aprovechada o canalizada su venta a través de una entidad estatal (p. ej agricultura, el IAD.), con lo cual se asegurará la venta del producto que generen, llegando incluso a exportarlo ante una eventual súper producción. Así, creo, se generaría y posibilitaría la alimentación de una parte importante de la población nacional, y la posibilidad de que no le queden mal a la entidad crediticia, fuere estatal o privada. Y tengo entendido que eso, entre otras cosas importantes se propone hacer e implementar el LIC.DANILO MEDINA S. en los próximos cuatro años de gestión gubernamental en el país. ¡Qué bien, qué bueno! Porque en verdad que los políticos dominicanos deberán abocarse lo más pronto posible, a diseñar y proyecto de bienestar a favor de tantos pobres que en nuestro país cada día aumentan generados por la gran crisis económica mundial, fenómeno que ha tomado de sorpresa a los líderes estatales del mundo. Y la suerte que en esta media isla dicha desgracia global no ha sido tan, tan, severa, por las acciones y medidas que ha estado tomando las autoridades del gobierno nacional. Y aquí creo, que mucha gente deberá ser sincera, y reconocer esa realidad. Estoy seguro que otro gobierno en el país no la habría enfrentado ni rebasado; y de seguro que, contrario a los países europeos, con un elevado nivel de conciencia y un nivel cultural como el que posee, hoy no piensan ya en la violencia ni en el caos, gracias a que aprendieron lo que significan las guerras, por haber padecido ese continente dos terribles conflagraciones mundiales en el siglo XX, aquí hace tiempo que estuviésemos enfrascados en una costosa guerra fratricida, si no hubiese sido por la titánica labor de las actuales autoridades del Gobierno. Creo que en este sentido, nadie debe inventar ni exponerse a los riesgos del caos. La sociedad dominicana lo premiará por tan importantes iniciativas, en el cerebro y el corazón de un hombre joven que, desde su condición de Presidente de la cámara de Diputados por varios años, demostró y reflejó su sensibilidad hacia los sectores desposeídos.