(Este trabajo es una colaboración del distinguido cabralense DIORIS FELIZ BAYA, residente actualmente en Canada)
iEn efecto, la delincuencia en
República Domini cana ha llegado a una situación tan incontrolable que las
estadísticas de las mismas autoridades oficiales cifran la cantidad de heridos y
mutilados que llegan a los hospitales públicos en mas de 2.5 millones al año,
que en consecuencia ha cobrado mas de 5,000 muertes por el mismo período, lo que
indudablemente coloca el progreso del país caribeño al borde de una guerra civil
o de una inminente poblada.
A esa calamitosa situación, que
de hecho raya con aquella famosa pesadilla de Sodoma y Gomorra, hay que
agregarle la desesperación y el irreparable vacío que produce la interminable
estampidas que ha llevado a mas de 2.5 millones de desesperados compatriotas
de todos los estratos sociales, que han huido despavoridos sin rumbo, yendo a
parar en su mayoría, a cárceles de otros paises, como si estuviéramos condenados
al fracaso, ó como dice el dicho: de Guatemala a Guatepeor.
Pobres y ricos, improvisando
cualquier excusa y medio para abandonar desesperadamente la tierra que lo vió
nacer, que aparte del lastre negativos de dependientes indefensos que se quedan
atrapados y abandonados a la suerte, también tiene su secuela de heridos, y
asesinados que desaparecen en el intento de huida, mas los que se pierden por
una u otra causa allende los mares, que mayormente parecen pasar desapercibido ó
son ignorados por las autoridades, que sencillamente nos lleva a la conclusión
de que estamos ante una de las catástrofes mas devastadora que le haya ocurrido
a pueblo alguno
Y tampoco quiero llevar a mis
lectores a una falsa alarma, porque aunque los efectos psicológicos negativos
también han tocado a cada ciudadano, de un pueblo que no puede tener mas
analfabetos y desertores de la educación, producto de una violencia que se sale
del raciocinio
Dejamos a la imaginación de cada
quien la contesta de: ¿quién podrá defendernos?
Ahora bien, donde se originan
estos males que han convertido a este sociedad de seres humanos a
vampiros?
Este estado fallido se
origina en el endeudamiento externo de un dinero que ha ido a parar al bolsillo
de unos pocos, en detrimentos de la calidad de vida de los habitantes de la
República Dominicana.
Entonces esta deuda, impagable
yá, ha puesto de rodillas aquel discurso revolucionario nacionalista, que han
obligado a los políticos del patio a entregar la administración del erario
nacional a empresa extranjeras por mal intencionadas recomendaciones de los
deudores.
Pero donde la ridiculez llega a
su máxima expresión es cuando las autoridades, atrapados por la impotencia,
justifican su permanencia en la administración pública para seguir exprimiendo
al pueblo, mientiéndonos en nuestra propia cara, diciendo que vivimos en un
paraíso.....valla paraíso....
Atrapados y sin salidas,
no hay una sola institución, ni pública ni privada en todo el territorio de
48,000 kilómetros cuadrado que trabaje con decoro de cara al habitante
Dominicano, y permítanme llamarle habitante porque de ciudadano no
tenemos nada.
Como dice el dicho: hijo de
gato caza ratón, …..como podremos ser honrados si somos hijos de la
desonradez?...... Como podrán haber empresas privadas honradas si el estado, que
es el que la regenta, la regenta perversamente?......Dígame una empresa del
estado que funcione sin corrupción?....cual es el orgullo de ser Dominicano...lo
único que te facilitan es reelegir sus fechorías cada cuatro años otorgando una
cédula que en otros tiempos adquirirla es una pesadilla de muerte inminente,
porque adquirir un bien ó servicio de las instituciones del estado es un saqueo
descarado.
Una ley de lesa que por un lado
prohibe la importación de vehículos con menos de cinco años de fabricados, en
una maniobra mañosa que facilita un jugoso negocio entre legisladores y
exclusivos monopolios importadores, sin antes controlar la circulación
destartaladas de automóviles que datan desde el primer día del
descubrimiento
Como podemos buscar el origen de
la delincuencia en los barrios marginados de hombres y mujeres desolados
que si trabajan, lo que ganan no les alcanzas ni para el desayuno, sabiendo los
funcionarios por demás, intelectuales consejeros del estado, graduados en las
mejores academias y universidades del universo, que la delincuencia, como se ha
aprendido hasta la saciedad en cónclaves y simposios, se origina en la
exclusión social, en la discriminación, en la impunidad, en el robo del
dinero del pueblo, en el acaparamiento con fines especulativos que provoca el
monopolio de exclusividades; en la desigualdad de que tu ganas un millón y yo no
gano ná.
Con la experiencia que he
acumulado con mas de vente años viviendo en Canada, un país ampliamente conocido
en el mundo como uno de los mas seguro para vivir, puedo asegurar que la
delincuencia mayor se origina en la dificultad que tiene la población
de adquirir los bienes y servicios que produce el mercado.
Sincillamente la gente trabaja
para nada, con un salario regular, apenas les dá para un mal desayuno de
yaniqueque.
El mismo refrigerador que se
importa de la república de China se vende en Canada por US$99. en
República Dominicana cuesta US$400 ó RD$15,000, el mismo producto, que recorre
el mismo trayecto y que el costo es el mismo antes de entrar a
aduana.
Es por ese veneno especulativo de que solo unos muy exclusivos importadores tienen el privilegio de comercializar los productos, en combinación con unos procedimientos de aduanas que impunemente etiquetan los precios que le venga en ganas; y como la población no puede comprar las cosas, ahí viene la delincuencia. Y es solo el ejemplo de un producto.
En conclusión, porqué esta
política de abuso tan descarado que atenta contra la seguridad ciudadana?, por
la falta de un libre comercio sin traba, sin monopolio, que los comerciantes que
paguen religiosamentes sus impuestos tengan la oportunidad de traer lo que
quieran, sin macuteo, sin bucones, sin extorsiones, sin tantos papeleos,
sin veda, sin burocracia, sin demora, sin sacrificar en nada el pago de los
impuestos, con la seguridad de que de esta manera podemos enfrentar eficazmente
el acaparamiento del monopolio, motivo fundamental del encarecimiento
desproporcionado de todos los productos.
Para reafirmar esta aseveración
solo hay que comparar que aquí en Canada no hay escasez de arroz, no hay
escasez de nada, por tanto nunca han asesinado a nadie por un celular, por una
lata de leche, ó por quitarle vente pesos a alguien, para solo mencionar algunos
de los mas aberrantes hechos, que son por el contrario son los crímenes mas
comunes que se comenten en todo el territorio Dominicano.
Ojalas, las autoridades
Dominicanas se animen y copien la estructura de esta gran nación de
Canada, que valora altamente a sus nacionales basada en la aplicación
implacable de la ley, cimentada fundamentalmente en el respeto a la vida, en vez
de estar asesinando jóvenes a mansalva en los barrios marginados, y
confabulándose con extradicciones sin escrúpulos, para que no sigan creyendo que
los Dominicanos no nos respetamos ni nosotros mismos, que somos como el Mojon
que no tenemos cabeza.
Lo que yo no entiendo para que
me pongo yo a escribir estas vainas, porque ellos mas que yo saben todas esta
mierda, pero el afán de lucro y de famas parece que lo hace expulsar un liquido
que los ciega y los convierte de profesionales catedráticos universitarios a
guiñapos farsantes.
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